El acuerdo de París

El siguiente es un repaso muy breve de algunos de los compromisos que supuestamente se han adoptado internacionalmente. 

Fuente: https://ballenablanca.es/breve-historia-de-las-cumbres-climaticas/

La COP21, celebrada en París en 2015, marcó un hito dado que se alcanzó un gran acuerdo, centrado en tres grandes objetivos:

  1. Mantener el aumento global de la temperatura por debajo de los 2°C, prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo únicamente a 1,5°C.

  2. Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático, promoviendo un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

  3. Orientar los flujos financieros para conseguir un desarrollo resiliente al clima y de bajas emisiones.

A estas alturas este acuerdo es totalmente ineficaz, según Ecologistas en acción. La propia institución de las Naciones Unidas reconoce en su último Informe sobre la Brecha de las Emisiones de 2020 que «el mundo aún se dirige a un aumento catastrófico de temperatura por encima de los 3°C en este siglo, mucho más allá de los objetivos del Acuerdo de París». A pesar de todos los supuestos compromisos adoptados por los estados, las emisiones de CO2 no han dejado de aumentar.

En realidad, el Acuerdo de París tan sólo aspira a las migajas: todos los compromisos buscan únicamente mantener, que no reducir, el incremento de temperatura (¡mantener el incremento, que no reducir ni mantener la temperatura, ojo!!), y esto sigue dejando las generaciones futuras (y no tan futuras) en un escenario cada vez más dantesco.

Fuente: Climate Action Tracker

Quizás lo único para lo que realmente sirven estos tratados y compromisos es para abrir la posibilidad de interponer demandas por incumplimiento de los gobiernos, hecho, por otra parte, que tampoco garantiza su cumplimiento ni un compromiso auténtico con el bien de nuestro ecosistema y con la vida.

El manifiesto "La lucha por la promesa de 1,5ºC" firmado por numerosas organizaciones de la sociedad civil como Ecologistas en Acción, entre otras muchas cosas, dice:

"La ciencia es clara sobre las consecuencias de que el calentamiento global alcance los 2° C. Sin embargo, los líderes todavía lo discuten como un objetivo. Esto es inaceptable. La realidad actual de 1,2 grados centígrados ya es inhumana y atroz. Los líderes mundiales no tienen derecho a hablar sobre los objetivos de cero neto para 2050 como si esto fuera el colmo de la ambición. Limitar nuestra ambición a cero neto para 2050 es una sentencia de muerte para muchos. Es una bofetada en la cara, cuando la pandemia golpeó, la prioridad de nuestros líderes fue rescatar a la industria de los combustibles fósiles, no a los que estaban en la primera línea de estas crisis. Estos supuestos líderes no tienen derecho a hablar de ambición."